Biografía Curricular

lunes, 28 de enero de 2013

El absentismo “de espíritu” o presencial causa miles de perdidas a las empresas Españolas.

Todos conocemos el absentismo laboral como la ausencia o abandono del puesto de trabajo en horas que corresponden a un día laborable, dentro de la jornada legal de trabajo. Se trata en definitiva, de uno de los principales problemas que más preocupan a las empresas por los problemas organizativos que suscita y los costes que genera.

Si reparamos en los datos estadísticos recogidos de absentismo laboral en el sector público, por enfermedad, accidente o incapacidad temporal, se situó en el último trimestre del año pasado en 2.16% respecto del 1.86% en el sector privado, según datos del INE. Esto quiere decir que de esos 2.16% que no fue a trabajar por tener una baja laboral, traducido a nº de personas salen que del total de 2.917.200 asalariados, 63.100 no asistieron cada semana a su trabajo por incapacidad temporal. En el caso del sector privado, si el número de asalariados asciende a 11.693.100, 248.900 se quedaron en casa con una baja.

Estas cifras ya son escandalosas ha día de hoy, pero también es cierto que con la llegada de la crisis ha disminuido el absentismo laboral. Parece que el ver peligrar el puesto de trabajo hace que estemos menos enfermos o sea la mejor medicina para que muchos se curen de la “cuentítis aguda” que padecían hace unos años.
Si analizamos en profundidad esta problemática, llegaríamos a la conclusión de que hay distintos tipos de absentismo laboral y no todos son traducibles a cifras que podamos cuantificar.
 Podemos clasificar el absentismo laboral de la siguiente manera:

·        Absentismo previsible y justificado: es aquel que puede ser controlado porque el trabajador informa con anterioridad a la empresa (permisos legales retribuidos, enfermedades comunes con baja laboral, accidentes de trabajo con baja laboral, etc.)

·        Absentismo no previsible y sin justificación que es cuando se abandona el puesto de trabajo sin autorización de la empresa.

·        Absentismo “de espíritu” o presencial: es cuando el empleado acude a su puesto de trabajo, pero dedica parte del tiempo a tareas que no son propias de la actividad laboral.

A mi juicio, el absentismo “de espíritu” o presencial es el más peligroso de todos por lo complicado de detectar y atajar.

 Muchas empresas exigen a sus trabajadores una presencia física en su puesto de trabajo durante 8 horas al día pero no controlan que esas 8 horas sean reales y productivas, es decir que el trabajador puede estar físicamente sentado en su puesto de trabajo mientras su mente o espíritu esta a miles de kilómetros, tumbado en una playa del caribe tomándose un daikiri, por ejemplo, navegando en Internet o simplemente resolviendo otros asuntos personales que son de mayor interés para el trabajador.

No es que este tipo de absentismo no preocupe a los directivos de las empresas, sino que para combatirlo implica un esfuerzo mayor que el absentismo físico que todos conocemos, este basta con contar los días de ausencia y aplicar el reglamento que corresponda a cada caso.

Plantarle cara al absentismo “de espíritu” o presencial tiene mucho que ver con la motivación de los trabajadores, con las relaciones interpersonales, con el plan estratégico de empresa, con los objetivos, etc. Y llevar a cabo todo esto no es fácil.
 Si consideramos que la motivación en el trabajo es la clave, y esta se debe a factores intrínsecos y/o extrínsecos, entonces debemos indagar que es lo que realmente motiva a nuestros trabajadores, en lugar de dar órdenes de tareas sin orden ni concierto.

Por mi experiencia puedo decir que el secreto es muy sencillo, solo consiste en conseguir que los empleados sientan la empresa como suya y la vivan como tal, tanto los éxitos como los fracasos. Cada empleado debe sentirse una pieza importante y necesaria que forma parte del engranaje de una maquinaria sin la cual la empresa no funciona. Solo de este modo cada uno asumirá el trabajo que debe desempeñar. Todos son importantes y absolutamente necesarios, deben tener sentimiento de equipo para así ser más fuertes. Y siguiendo el símil, como toda maquinaría hay que aceitar de vez en cuando las piezas para favorecer el funcionamiento, es decir necesitarán incentivar a los trabajadores o motivarles para conseguir llegar al objetivo marcado.
Cuando hablo de incentivos estos no tienen porque ser económicos, en psicología todos sabemos que el dinero es uno de los peores motivadores debido a que el impacto positivo que produce se mantiene muy poco en el tiempo. En muchos casos el simple reconocimiento de nuestro trabajo, el poder ir alcanzando metas y objetivos o conseguir relacionarnos afectivamente con aquellas personas que nos rodean basta para  impulsarnos a continuar la marcha adecuada.

La motivación, como dice Alfonso Alcántara (Yoriento), no es tener ánimo, es tener motivos… siéntete como puedas pero haz lo que debes. Porque cuando haces lo que debes curiosamente te sientes mejor.





3 comentarios:

  1. La crisis eleva 40 puntos el 'presentismo' laboral en España en sólo dos años
    El 'presentismo' laboral (presencia de los trabajadores en sus puestos de trabajo más allá de su horario normal) ha aumentado 40 puntos porcentuales en sólo dos años debido a la crisis económica y al miedo de los trabajadores a perder su empleo. l 'presentismo' laboral ha aumentado desde el 45% de 2010 al 85% en 2012, según una encuesta de Randstad, lo que significa que actualmente ocho de cada diez trabajadores pasan más horas de las establecidas en sus puestos de trabajo.

    De ese 85% de trabajadores que 'alargan' su jornada en la empresa, seis de cada diez argumentan que lo hacen por temor a perder su empleo, mientras que el 24% se queda en su puesto porque falta personal.

    La encuesta refleja así que únicamente el 15% de los trabajadores no trabaja más horas de las previstas, dato que se ha reducido 40 puntos respecto al sondeo realizado por Randstad en 2010.

    El perfil del 'presentista' se corresponde con el de un varón, menor de 25 años y con estudios básicos. Para Randstad, ello tiene que ver con que los jóvenes son precisamente los que más están sufriendo el desempleo, con una tasa de paro que alcanza el 46,4%, y por lo tanto, son los que más miedo tienen a quedarse en la calle.

    El estudio pone de manifiesto que el aumento de la jornada laboral no tiene nada que ver con la productividad, sino con el deseo del trabajador de asegurarse su empleo.

    Desciende el absentismo

    En paralelo al aumento del 'presentismo', Randstad recuerda que el absentismo laboral se ha reducido desde las 29,9 bajas por cada 1.000 trabajadores registradas en 2007, a 24 bajas en 2010.

    Además, según datos de la Encuesta de Coyuntura Laboral, durante el segundo trimestre de 2011 se contabilizaron una media de 0,2 horas de absentismo injustificado por trabajador, frente a las 0,5 horas de 2007.

    Randstad recuerda que el horario laboral en España es más amplio que el de países como Alemania, Francia o Bélgica, en los que la jornada laboral termina entre las 17.00 y las 18.00 horas, mientras que en España se alarga hasta las 19.00 horas o más.

    Eso sí, el tiempo destinado a la comida suele ser de media hora en Europa, frente a los 90 minutos o más en España, precisa la empresa de recursos humanos

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    1. Esta claro que en los tiempos que corren ha descendido el absentismo pero este es directamente proporcional al aumento de presentismo en la oficina. El miedo a perder el puesto de trabajo hace que hagamos como que hacemos algo, pero en muchos casos este incremento de horas son poco productivas.

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  2. http://docpublicos.ccoo.es/cendoc/029395Presentismo.pdf

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