Biografía Curricular

miércoles, 8 de octubre de 2014

DIA MUNDIAL DEL TRABAJO DECENTE



         He visto en la tele esta noticia y parece ser que ayer día 7 de octubre estábamos de celebración en lo que respecta al tema laboral, ¡venga!, fiesta, confeti, alegría…pero, ¿realmente necesitamos dedicar un día a esto?, ¿o es un día de reivindicación?, no lo sé, el caso es que fue  “el día mundial del trabajo decente”. Como escuche indignada en un monologo a Eva Hache ¿Quién pone estos días? ¿Le han preguntado a alguien? ¿Por qué el 07 de octubre y no otro día? ¿Esto lo deciden entre unos cuantos por consenso, o como va?


            Es posible que no todos entendamos lo mismo por “trabajo decente” por eso es conveniente partir de la definición que establecen organismos con criterios más objetivos de los que podamos tener nosotros. Según la organización internacional del trabajo define el trabajo decente como: Un trabajo productivo para hombres y mujeres, en condiciones de libertad, de equidad, seguridad y dignidad humana.

            Resulta que el salario es una de las claves para identificar el trabajo decente, pero la crisis ha afectado a nuestros salarios de forma evidente, por mucho que Montoro diga que los salarios suben moderadamente. Y ya la comparación con nuestros vecinos europeos nos dice que no estamos a su altura.

   Por aportar algunos datos y según estudios, los salarios permanecen estancados desde hace cinco años y este estancamiento nos ha llevado a perder poder adquisitivo, concretamente desde 2008 entorno al 4%. En España la media de salario se sitúa en 1.634€ brutos/mensuales, aunque como todos sabemos existen diferencias por sectores, la industria se sitúa un poco por encima de esta media concretamente entorno a 1.860€ brutos/mes y el sector servicios o construcción  se sitúan por debajo. También existen diferencias entre comunidades autónomas, los salarios más elevados corresponden a País Vasco, Madrid, Cataluña y Navarra, mientras que otras comunidades como Extremadura, Canarias, Galicia o Murcia se sitúan por debajo de la media.

            Si nos comparamos con Europa el salario medio ocupa el puesto Nº 13 en el conjunto de la unión y los españoles cobramos un 17% menos que la media de la Unión Europea que se sitúa entorno a los 2000€ brutos/mensuales, según este ranking  los españoles estamos a unos 340€ por debajo de la media.

            Atendiendo a estos datos la Organización Internacional del Trabajo recomienda a nuestro país subir el salario.


            La actualidad nos marca que muchos de los trabajos que se ofertan distan mucho de la definición de trabajo decente que establece la O.I.T. y eso en el mejor de los casos de tener trabajo. La demanda es tan superior a la oferta que hace que muchas personas ante la más mínima oportunidad se vean en la obligación de aceptar condiciones poco dignas, en las que la seguridad pasa a un segundo plano, y la libertad de las personas están supeditadas a la amenaza de “si no lo haces a la calle”.
            O acaso tendremos que crear ¿el día Mundial del trabajo precario?



Fuente:http://www.rtve.es/alacarta/videos/aqui-hay-trabajo/dia-mundial-trabajo-decente/2795377/

lunes, 6 de octubre de 2014

El fracaso es solo un paso más




             Después de estos meses de parada en mis actividades diarias, en los que me he dedicado por completo al estudio del temario de una oposición como único objetivo, vuelvo a retomar mi vida “normal”, a volver con nuevas metas, nuevos caminos por explorar, con más ganas de hacer cosas nuevas y por que no decirlo con otra experiencia más que contar y de la que aprender.

            Es cierto que cuando ves que los resultados que has obtenido no son los deseados y que el objetivo o la meta que tanto habías soñado se trunca, un sentimiento de frustración te invade.

      Durante unos días un cúmulo de emociones atormentan tu cabeza, te sientes fracasado, triste, desanimado, decepcionado contigo mismo, con rabia… y te bombardeas con preguntas del tipo ¿y ahora que? ¿Todo lo malo me sucede a mí? ¿No sirvo para nada? ¿Tan “zoquete” soy para no ser capaz de conseguir esto?

            Todos hemos sentido alguna vez la sensación de fracaso ¿verdad? En ocasiones esto puede llegar a hundir a una persona si no se gestiona adecuadamente. Pero en la vida los fracasos son necesarios.

             En realidad lo que estamos haciendo es retroalimentar nuestros miedos de una forma irracional, y es ese miedo es el que por momentos nos paraliza, el que nos esta impidiendo avanzar, buscar nuevas metas.
         
   Se trata de un simple mecanismo de defensa que todos tenemos de serie en nuestro cerebro, y que su misión consiste en  intentar protegernos de ese dolor emocional que sentimos, pero esta en nosotros el decir “STOP”, apretar el botón rojo y tomar conciencia de todos estos pensamientos y sentimientos que nos bombardean.

            Esta parte del  proceso aunque sea doloroso es totalmente necesario vivirlo para poder avanzar. Es importante que aprendamos a identificar esos sentimientos y a gestionar correctamente nuestras emociones, para poder salir reforzado de esta experiencia.


             Debemos afrontar el fracaso de una forma natural, como un paso más para conseguir el éxito (nadie nos dijo que fuera fácil) y para eso es básico el reconocer que nos hemos equivocado, que existía la posibilidad de que no pudiéramos conseguir nuestro objetivo, no pasa dada, hay más alternativas, otros muchos han fracasado multitud de veces hasta que un día les llegó el éxito, hay más caminos y solo el que continua intentándolo lo consigue.


            Pensar que este fracaso es una oportunidad para corregir errores, para mejorar, que nos fortalece ante una situación difícil, que somos capaces de aprender de nuestra propia experiencia,  ese el tipo de lenguaje que debemos hacer llegar al cerebro. Aceptarlo tal y como ha sucedido y una vez que has conseguido plantarle cara con una aptitud positiva, busca los motivos por los que no has conseguido la meta, ¿Qué te ha impedido conseguirlo? ¿Era un objetivo real? ¿O era inalcanzable? ¿Qué parte de lo que has aprendido te sirve para el futuro?

La clave esta en  conseguir cambiar nuestro estado de animo y mantener una actitud resiliente con la que podamos recuperarnos ante las adversidades o fracasos.


  Al fin y al cabo la vida es riesgo y si nunca has fracasado es como si no hubieras vivido

jueves, 5 de junio de 2014

Saldos laborales de temporada ¿y porque no?


Todos conocemos determinadas temporadas a lo largo del año perfectamente delimitadas que surgen trabajos específicos para ese momento. Muchos de estos trabajos son ofertas que no exigen mucha cualificación, ni requieren de experiencia previa, lo que hace que podamos desempeñarlos sin demasiados problemas y que la mayoría los identificamos como “el típico trabajo para ganarte un dinerillo”. Pero probablemente tienes claro que no te quieres dedicar a ello, es más, muchas personas optan por evitar reconocer en su currículum que han trabajado en determinados  puestos, quizás por vergüenza, descrédito, o porque piensan que no tienen nada que ver con su formación.
Pero lo cierto es que en la mayoría de los casos, este tipo de trabajos temporales nos ofrecen una oportunidad de oro para poder poner en práctica habilidades y competencias que nos pueden ser muy útiles para un futuro.

 ¿Porque no aprovechar para destacar en futuras entrevistas más complejas, o más acordes con nuestro objetivo laboral, esas competencias o puntos fuertes adquiridos en este tipo de trabajos puntuales?.
En definitiva, toda esta información que podemos aportar a un entrevistador de nuestras competencias, personalidad, habilidades, de la manera de actuar ante determinadas situaciones, o de como somos capaces de resolver conflictos, puede ser la clave que marque la diferencia respecto a otro candidato con una formación similar a la nuestra. Yo creo que pueden ser la esencia de nuestra marca personal.
Por eso ahora que llega la temporada de verano, no desestimes trabajos típicos de esta época, como pueden ser dentro del sector hostelería (ayudante de cocina, camarero,,,), turismo (recepcionista, guía…), animador, canguro, socorrista, promotor, etc. En todos ellos puedes poner en práctica competencias generales laborales de distintos tipos:
·        Interpersonales, necesarias para adaptarse a los ambientes laborales y para saber interactuar coordinadamente con otros (comunicación, trabajo en equipo, liderazgo, manejo de conflictos, capacidad de adaptación, pro actividad)
·        Personales, se refieren a los comportamientos y actitudes esperados en los ambientes productivos (orientación ética, dominio personal, inteligencia emocional, adaptación al cambio)
·        Intelectuales, que comprenden aquellos procesos de pensamiento (toma de decisiones, creatividad, solución de problemas, atención, memoria, concentración)
·        Empresariales, son habilidades necesarias para el emprendimiento (Identificación de planes para crear empresas, consecución de recursos, capacidad para asumir riesgos, ventas)

Como decía el poeta romano Horacio, “Carpe Diem” (aprovecha el momento), no malgastes tu tiempo quedándote a la espera del ansiado trabajo de tus sueños y empléate durante los meses de verano, esta experiencia puede ser un trampolín  para conseguir en un futuro tu objetivo, no sólo te permitirá hacer algo de dinero extra, sino que será un buen antecedente para tu currículum y te ayudara a conocerte mejor a ti mismo.


martes, 20 de mayo de 2014

Como trabajar en casa y no morir en el intento


   
         Con la llegada de la crisis, la revolución en las comunicaciones, la incorporación de las empresas en las distintas redes sociales y los medios informáticos actuales, muchas empresas optan por proponer a algunos empleados el trabajar desde casa para poder ahorrar costes a la empresa. Esta práctica puede favorecer tanto a la empresa, siendo esta más productiva, como al trabajador, que puede optimizar mejor su tiempo, pero hay que tener cuidado porque es fácil caer en la tentación.

     Al comienzo puedes generar algunas envidias respecto a la rutina más común de la mayoría de los mortales, al disponer del horario a tu gusto, o no tener que arreglarte como cada mañana para acudir a la oficina, pero no te engañes, no es ningún chollo el poder gestionar los papeleos diarios de la oficina en pijama, por cómodo que esto a priori parezca.
     Debes de establecer unas normas básicas, organizarte y planificar adecuadamente el tiempo si no quieres tener la sensación de vivir en el trabajo las 24 horas, con el coste en salud mental que esto conlleva. 

    Algunas recomendaciones que te pueden ayudar a adaptarte mejor al teletrabajo pueden ser: 

     1.- Busca tu propio espacio de trabajo. Sería bueno si dispones de una habitación separada del resto de la casa donde poder aislarte del resto, esto te ayudará a concentrarte mejor, pero si no es así intenta ponerte siempre en la misma mesa, se trata de asociar solo ese espacio a tu empleo, evitando posibles distracciones con otras tareas relacionadas con el ocio y posiblemente más atractivas que te hagan perder tiempo. 




     2.- Establece un horario. Marca tus propias horas, que aunque en momentos puntuales puedan ser más flexibles que las de la oficina, deben cumplirse, escríbelo y comunícalo al resto de personas con las que convives para que ellos también respeten tu jornada laboral. Deja claro que durante ese tiempo no vas a atender llamadas telefónicas de casa, atender la puerta, vigilar la comida, poner la lavadora, etc. Intenta hacerles entender que para todos los efectos es como si no estuvieras en casa y siguieras trabajando en la oficina.

     3.- Planifica tareas. Créate un calendario de objetivos a largo, medio y a corto plazo, tareas que deben estar finalizadas en fechas concretas, y distribuye los tiempos necesarios para su ejecución. Anota cada día el orden de cosas pendientes que tienes que realizar y distribúyelas por orden de dificultad. Es bueno aprovechar las primeras horas de la jornada para hacer esas actividades que requieren de una mayor concentración o son más dificultosas y a medida que va pasando el día podemos dejar otro tipo de tareas no por ello menos importantes pero que requieren un menor desgaste intelectual para su ejecución. Debemos dosificar y optimizar energías para que nuestro rendimiento sea satisfactorio. 

    4.- No te aísles en tus ratos libres. Una vez terminada tu jornada laboral, debes salir de casa y relacionarte con tus familiares o amigos, las personas somos seres sociales y necesitamos relacionarnos con nuestro entorno para tener una vida sana, date cuenta que cuando acudimos a la oficina convivimos con compañeros de trabajo durante al menos ocho horas diarias, sino es más, y aunque puedan surgir conflictos en determinados momentos también nos mantiene activos en la toma de decisiones, en la interacción con los demás, y en el desarrollo de muchas habilidades sociales necesarias para afrontar distintas situaciones que se nos plantean. 

     5.- Establece los descansos apropiados. Este punto es importante para hacer la jornada laboral más llevadera. Al igual que cuando estamos en la oficina hacemos un descanso a media mañana, establece también tu momento de parada controlada (media hora como mucho) revisa las tareas cumplidas y date una pequeña recompensa, este feedback te ayudará a relajar y coger fuerzas de nuevo para afrontar el resto de jornada. 

      6.- Haz deporte. Una vez finalizada la jornada laboral plantéate la práctica de tu deporte preferido, esto te ayudará a despejar la mente, salir de casa, relacionarte con otras personas, cambiar de ambiente y sobretodo moverte para poder mantenerte en forma ya que al estar en casa tanto tiempo termina por resentirse la actividad física. 

    Evidentemente nos vamos a encontrar que  hay personas que se adaptarán mejor al teletrabajo que otras que quizá le cueste más, pero si tenemos en cuenta algunos de estos consejos u otros que cada cual se marque porque les sirvan de ayuda, seguramente podremos sacar el lado positivo y podamos darnos cuenta que todos tenemos capacidad de resiliencia para sobreponernos a situaciones adversas.

viernes, 16 de mayo de 2014

Entrevista real como la vida misma


Me ha llamado la atención una corta entrevista que he visto y quería compartir con todos vosotros por la similitud con los posibles casos cada vez más frecuentes que nos podemos encontrar en la actualidad. El trabajo precario cada día forma más parte de nuestras vidas, exigiéndonos unos requisitos completamente desmesurados en la entrevista para las tareas por las que nos van a contratar, en el mejor de los casos y demos saber diferenciar entre trabajos "trampa o trampolín". La verdad es que daría para un largo debate, espero vuestros comentarios



lunes, 17 de febrero de 2014

El empleo (un corto para pensar)


A continuación os presento un vídeo que seguro que da para pensar y comenzar un buen debate, no os lo perdáis.


domingo, 16 de febrero de 2014

Entrevista Tradicional versus Entrevista por Competencias

En mi artículo anterior os hablaba de la entrevista por competencias, en que consiste, como podemos definirla, cuales son sus características principales, incluso os adelantaba algunas posibles preguntas que os pueden hacer con esta nueva herramienta de selección.

 Pero sigamos profundizando un poco más en ella para dejar claro las diferencias con la entrevista tradicional.
 La entrevista por competencias pregunta sobre detalles específicos para poder hacerse una idea de la persona «en acción» (qué es lo que dijo, hizo, pensó y sintió en ese momento), centrándose especialmente en experiencias de hace 12 o como máximo 24 meses.

Ahora hagamos una comparación con el tipo de preguntas de una entrevista tradicional y las preguntas en una entrevista por competencias para que se pueda notar la diferencia, observemos que en la primera se obtendrá información sobre la punta de la iceberg, inteligencia, experiencia, conocimientos y en la segunda rasgos, motivos, imagen de sí, roles que según lo expuesto genera resultados superiores sostenidos en el tiempo.

 Las siguientes son algunos ejemplos de preguntas en una entrevista tradicional:
•          Cuénteme acerca de usted mismo:

•          ¿Por qué dejó su último trabajo?
•          ¿Qué experiencia tiene usted en este campo?
•          ¿Qué es lo que sus compañeros de trabajo dicen acerca de usted?
•          ¿Qué ha hecho usted para mejorar su conocimiento en el último año?
•          ¿Por qué quiere trabajar para esta organización?
•          ¿Cuánto tiempo se va a quedar trabajar para nosotros si es contratado?
•          ¿Cuál es su filosofía hacia el trabajo?
•          ¿Por qué lo debemos contratar?
•          ¿Cuál es su mayor fortaleza?
•          ¿Por qué crees que le haría bien este trabajo?
•          ¿Cuáles serán según sus anteriores supervisores o jefes su punto más        fuerte?
•          Cuénteme acerca de su capacidad para trabajar bajo presión.
•          ¿Está usted dispuesto a trabajar horas extraordinarias?  ¿Noches? ¿Los    fines de semana?
•          ¿Tiene algunos puntos ciegos que le faltan desarrollar?
•          Describa su ética de trabajo.
•          ¿Tiene alguna pregunta para mí?

Nótese entonces que el tipo de pregunta anterior responderá a características superficiales, ahora comparémoslo con la propuesta de una entrevista por competencia donde siempre se buscará obtener ejemplos específicos de la persona en la acción, tomando los cuatro puntos principales, es decir solicitaremos una situación y a partir de ella indagaremos sobre la acción específica, las tareas y resultados obtenidos. 

 A continuación os presento varios ejemplos:
Situación: Reláteme una situación profesional, en relación a sus clientes, por la que le han felicitado o reconocido su actuación profesional.

Preguntas:
¿Que pasó?, ¿Cuando ocurrió?, ¿Con qué personas del equipo ocurrió?
—  ¿Qué se esperaba de usted?, ¿Para qué se hizo esa acción? , ¿Cómo actuó?. ¿Qué estrategia siguió?.
¿Qué resultados o mejoras se produjeron?. ¿Cuales fueron las consecuencias profesionales y personales? ¿lo volvería hacer igual o cambiaría algo?
Situación: Cuéntame una experiencia profesional reciente en las que has tenido que asumir algún riesgo por asesorar o ayudar a un cliente.
Preguntas:
¿Qué pasó?. ¿Cuándo se produjo?
—  ¿Qué esperaba el cliente de ti? ¿Tuvo que intervenir una tercera persona?
— ¿Cuál fue el efecto en el cliente? ¿Qué consecuencias tuvo para su organización?: ¿Qué pasó después; En la actualidad. ¿Qué cambiaría de aquella situación?

Situación: Nárrame una situación en la que discutiste a un cliente su petición o demanda porque considerabas que no era lo mejor para él o para su empresa.
Preguntas.
¿Por qué hizo eso?. ¿Qué alternativas le propuso?
¿Qué reacción tuvo su cliente?. ¿Quedó satisfecho?. ¿Cuál fue el efecto o consecuencias en sus relaciones a partir de ese momento? ,  ¿Lo volvería a hacer o cree que no merece la pena? ¿Por que?
Situación: Descríbame una situación en la que un cliente quedo claramente insatisfecho.
Preguntas:

-¿Que pasó?. ¿Cuándo sucedió?, ¿Qué necesidades y expectativas tenía su cliente?
- ¿Tuvo que intervenir su jefe u otra persona de la organización para solucionarlo?. ¿Qué hizo o hicieron para solucionarlo?. ¿Qué fue exactamente lo que hiciste? ¿Cuáles han sido las consecuencias?. En la actualidad, ¿sigue siendo cliente suyo?. ¿Qué aprendió de esta situación?


Fuente: Hay Group consultores. / www.psicologiamundial.com