Biografía Curricular

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jueves, 5 de junio de 2014

Saldos laborales de temporada ¿y porque no?


Todos conocemos determinadas temporadas a lo largo del año perfectamente delimitadas que surgen trabajos específicos para ese momento. Muchos de estos trabajos son ofertas que no exigen mucha cualificación, ni requieren de experiencia previa, lo que hace que podamos desempeñarlos sin demasiados problemas y que la mayoría los identificamos como “el típico trabajo para ganarte un dinerillo”. Pero probablemente tienes claro que no te quieres dedicar a ello, es más, muchas personas optan por evitar reconocer en su currículum que han trabajado en determinados  puestos, quizás por vergüenza, descrédito, o porque piensan que no tienen nada que ver con su formación.
Pero lo cierto es que en la mayoría de los casos, este tipo de trabajos temporales nos ofrecen una oportunidad de oro para poder poner en práctica habilidades y competencias que nos pueden ser muy útiles para un futuro.

 ¿Porque no aprovechar para destacar en futuras entrevistas más complejas, o más acordes con nuestro objetivo laboral, esas competencias o puntos fuertes adquiridos en este tipo de trabajos puntuales?.
En definitiva, toda esta información que podemos aportar a un entrevistador de nuestras competencias, personalidad, habilidades, de la manera de actuar ante determinadas situaciones, o de como somos capaces de resolver conflictos, puede ser la clave que marque la diferencia respecto a otro candidato con una formación similar a la nuestra. Yo creo que pueden ser la esencia de nuestra marca personal.
Por eso ahora que llega la temporada de verano, no desestimes trabajos típicos de esta época, como pueden ser dentro del sector hostelería (ayudante de cocina, camarero,,,), turismo (recepcionista, guía…), animador, canguro, socorrista, promotor, etc. En todos ellos puedes poner en práctica competencias generales laborales de distintos tipos:
·        Interpersonales, necesarias para adaptarse a los ambientes laborales y para saber interactuar coordinadamente con otros (comunicación, trabajo en equipo, liderazgo, manejo de conflictos, capacidad de adaptación, pro actividad)
·        Personales, se refieren a los comportamientos y actitudes esperados en los ambientes productivos (orientación ética, dominio personal, inteligencia emocional, adaptación al cambio)
·        Intelectuales, que comprenden aquellos procesos de pensamiento (toma de decisiones, creatividad, solución de problemas, atención, memoria, concentración)
·        Empresariales, son habilidades necesarias para el emprendimiento (Identificación de planes para crear empresas, consecución de recursos, capacidad para asumir riesgos, ventas)

Como decía el poeta romano Horacio, “Carpe Diem” (aprovecha el momento), no malgastes tu tiempo quedándote a la espera del ansiado trabajo de tus sueños y empléate durante los meses de verano, esta experiencia puede ser un trampolín  para conseguir en un futuro tu objetivo, no sólo te permitirá hacer algo de dinero extra, sino que será un buen antecedente para tu currículum y te ayudara a conocerte mejor a ti mismo.


viernes, 16 de mayo de 2014

Entrevista real como la vida misma


Me ha llamado la atención una corta entrevista que he visto y quería compartir con todos vosotros por la similitud con los posibles casos cada vez más frecuentes que nos podemos encontrar en la actualidad. El trabajo precario cada día forma más parte de nuestras vidas, exigiéndonos unos requisitos completamente desmesurados en la entrevista para las tareas por las que nos van a contratar, en el mejor de los casos y demos saber diferenciar entre trabajos "trampa o trampolín". La verdad es que daría para un largo debate, espero vuestros comentarios



domingo, 16 de febrero de 2014

Entrevista Tradicional versus Entrevista por Competencias

En mi artículo anterior os hablaba de la entrevista por competencias, en que consiste, como podemos definirla, cuales son sus características principales, incluso os adelantaba algunas posibles preguntas que os pueden hacer con esta nueva herramienta de selección.

 Pero sigamos profundizando un poco más en ella para dejar claro las diferencias con la entrevista tradicional.
 La entrevista por competencias pregunta sobre detalles específicos para poder hacerse una idea de la persona «en acción» (qué es lo que dijo, hizo, pensó y sintió en ese momento), centrándose especialmente en experiencias de hace 12 o como máximo 24 meses.

Ahora hagamos una comparación con el tipo de preguntas de una entrevista tradicional y las preguntas en una entrevista por competencias para que se pueda notar la diferencia, observemos que en la primera se obtendrá información sobre la punta de la iceberg, inteligencia, experiencia, conocimientos y en la segunda rasgos, motivos, imagen de sí, roles que según lo expuesto genera resultados superiores sostenidos en el tiempo.

 Las siguientes son algunos ejemplos de preguntas en una entrevista tradicional:
•          Cuénteme acerca de usted mismo:

•          ¿Por qué dejó su último trabajo?
•          ¿Qué experiencia tiene usted en este campo?
•          ¿Qué es lo que sus compañeros de trabajo dicen acerca de usted?
•          ¿Qué ha hecho usted para mejorar su conocimiento en el último año?
•          ¿Por qué quiere trabajar para esta organización?
•          ¿Cuánto tiempo se va a quedar trabajar para nosotros si es contratado?
•          ¿Cuál es su filosofía hacia el trabajo?
•          ¿Por qué lo debemos contratar?
•          ¿Cuál es su mayor fortaleza?
•          ¿Por qué crees que le haría bien este trabajo?
•          ¿Cuáles serán según sus anteriores supervisores o jefes su punto más        fuerte?
•          Cuénteme acerca de su capacidad para trabajar bajo presión.
•          ¿Está usted dispuesto a trabajar horas extraordinarias?  ¿Noches? ¿Los    fines de semana?
•          ¿Tiene algunos puntos ciegos que le faltan desarrollar?
•          Describa su ética de trabajo.
•          ¿Tiene alguna pregunta para mí?

Nótese entonces que el tipo de pregunta anterior responderá a características superficiales, ahora comparémoslo con la propuesta de una entrevista por competencia donde siempre se buscará obtener ejemplos específicos de la persona en la acción, tomando los cuatro puntos principales, es decir solicitaremos una situación y a partir de ella indagaremos sobre la acción específica, las tareas y resultados obtenidos. 

 A continuación os presento varios ejemplos:
Situación: Reláteme una situación profesional, en relación a sus clientes, por la que le han felicitado o reconocido su actuación profesional.

Preguntas:
¿Que pasó?, ¿Cuando ocurrió?, ¿Con qué personas del equipo ocurrió?
—  ¿Qué se esperaba de usted?, ¿Para qué se hizo esa acción? , ¿Cómo actuó?. ¿Qué estrategia siguió?.
¿Qué resultados o mejoras se produjeron?. ¿Cuales fueron las consecuencias profesionales y personales? ¿lo volvería hacer igual o cambiaría algo?
Situación: Cuéntame una experiencia profesional reciente en las que has tenido que asumir algún riesgo por asesorar o ayudar a un cliente.
Preguntas:
¿Qué pasó?. ¿Cuándo se produjo?
—  ¿Qué esperaba el cliente de ti? ¿Tuvo que intervenir una tercera persona?
— ¿Cuál fue el efecto en el cliente? ¿Qué consecuencias tuvo para su organización?: ¿Qué pasó después; En la actualidad. ¿Qué cambiaría de aquella situación?

Situación: Nárrame una situación en la que discutiste a un cliente su petición o demanda porque considerabas que no era lo mejor para él o para su empresa.
Preguntas.
¿Por qué hizo eso?. ¿Qué alternativas le propuso?
¿Qué reacción tuvo su cliente?. ¿Quedó satisfecho?. ¿Cuál fue el efecto o consecuencias en sus relaciones a partir de ese momento? ,  ¿Lo volvería a hacer o cree que no merece la pena? ¿Por que?
Situación: Descríbame una situación en la que un cliente quedo claramente insatisfecho.
Preguntas:

-¿Que pasó?. ¿Cuándo sucedió?, ¿Qué necesidades y expectativas tenía su cliente?
- ¿Tuvo que intervenir su jefe u otra persona de la organización para solucionarlo?. ¿Qué hizo o hicieron para solucionarlo?. ¿Qué fue exactamente lo que hiciste? ¿Cuáles han sido las consecuencias?. En la actualidad, ¿sigue siendo cliente suyo?. ¿Qué aprendió de esta situación?


Fuente: Hay Group consultores. / www.psicologiamundial.com  

jueves, 13 de febrero de 2014

ENTREVISTA POR COMPETENCIAS





La forma de gestionar las personas en las organizaciones, la situación laboral, las relaciones con los empleados y las exigencias del entorno han variado en los últimos años. La aceleración de los cambios y la falta de respuesta de muchas organizaciones para adaptarse a estas transformaciones han dado lugar a que cada vez más se reclamen nuevas herramientas de gestión de recursos humanos.


"la clave de una gestión acertada está en las personas que en ella participan"

Una herramienta indispensable para afrontar este desafío es la Gestión por Competencias; Se trata de disponer de competencias adecuadas y en el momento deseado, para responder a los compromisos adquiridos por la organización.
                       
CONCEPTO COMPETENCIA
 “Una competencia es la capacidad de realizar una acción concreta, al disponer simultáneamente del conjunto de conocimientos necesarios para su desarrollo (saber), las habilidades o destrezas requeridas para realizarla (saber hacer) y la actitud orientada a su realización y la obtención de un resultado eficiente (querer hacer y hacer eficientemente)”.

Competencia: combinación en diferentes dosis de Conocimientos (saber), Habilidades (saber hacer) y Actitudes (querer hacer) que se manifiestan en conductas que conllevan el éxito en el trabajo.


·        Habilidad: es la capacidad adquirida de ejecutar tareas o acciones en forma destacada producto de la práctica y del conocimiento.

·        Conocimiento: es la información que se adquiere de forma teórica o empírica y que es procesada en el ámbito mental de acuerdo a las experiencias anteriores del sujeto poseedor de este conocimiento y que son la base cognitiva que le permiten desarrollar acciones o tareas.

·        Actitud: Inclinación de las personas a realizar determinado tipo de tareas o acciones, que se generan por las motivaciones, conocimientos y experiencias previas de la persona.

Las competencias tienen los siguientes rasgos:
·        Son inherentes a la persona, no a la actividad
·        Son demostrables, medibles y desarrollables
·        Prevén una relación entre las características de las personas y la consecución de resultados.
·        Vigentes y adecuadas a la organización.
·  Deben responder al futuro deseado de la organización (traducen misión, objetivos, valores, cultura).
·        Deben ser distintivas.
·        Debe satisfacer una necesidad funcional, tiene que ser demandada.

La Gestión de las personas parte necesariamente de la ESTRATEGIA del negocio. Las competencias no solo se vinculan a ella, sino que se definen a partir de la misma.


A continuación te enumero algunos ejemplos de preguntas que te pueden realizar en una entrevista para explorar o verificar una competencia:

Orientación a resultados
Cuéntame una situación en la que tuvieras que cambiar el método de trabajo para conseguir mejores resultados.
• ¿Has ayudado a algún compañero para que consiguiera sus objetivos?, ¿cómo?
• ¿Has tomado alguna vez una decisión importante para que se consiguieran los objetivos de equipo? ¿Qué hiciste?

Toma de Decisiones
• Cuéntame una situación en la que hayas tenido que tomar una decisión compleja, ¿qué hiciste?
• Cuéntame una situación en la tuviste que tomar una decisión para mejorar un área concreta,
¿Cómo lo hiciste?
• ¿Qué elementos necesitas para tomar las decisiones de tu día a día?

Trabajo en equipo
Cuéntame una ocasión en la que trabajaras con un grupo de personas para conseguir algo.
• Cuéntame una situación en la que trabajaras con un grupo de personas para resolver un problema
• Cuéntame una ocasión en la que te encontraste con un problema dentro de un grupo de personas con el que estabas trabajando


Fuente: (www.fundibeq.org)

sábado, 30 de noviembre de 2013

Emprender ¿es la solución al desempleo?



Cuando las ofertas de trabajo por cuenta ajena disminuyen, las empresas no son capaces de generar empleo y la desesperación por buscar trabajo aprieta, comienza a sobrevolar por la cabeza la idea de búsqueda de otras oportunidades, de ver como única salida el emprender y crear una empresa.

Pero, ¿todos podemos ser emprendedores?. El error que detecto en el incremento de estas nuevas empresas es que esta visión de negocio por cuenta propia, no es debido a un cambio de mentalidad, sino más bien a una campaña puesta en marcha para incentivar el emprendimiento y animar a crear pequeñas Pymes como si esa fuera la solución de todos los problemas del desempleo.


Desde mi punto de vista, animar a emprender esta bien, pero no vale en todos los casos, en muchas ocasiones es como dar un empujón a gente que se encuentra al borde del precipicio y se lanzan al vacío sin ningún tipo de paracaídas y lo peor de todo sin percatarse del trágico final. ¿Cuántas veces vemos negocios que desde su apertura ya proyectan la crónica de una muerte anunciada?



Montar un negocio propio no siempre es fácil, y en la actualidad conlleva muchas más dificultades, requiere de ideas innovadoras, pero sobre todo hay que tener en cuenta algunos puntos clave para tener éxito en esta aventura.






·        Debe ser algo que te guste, con lo que disfrutes, que se te de bien, piensa que vas a pasar muchas horas del día en tu empresa y no sería posible pasar tanto tiempo en algo que no te motive o no te apasione.

·        Haz un estudio de mercado, analiza el tipo de posibles clientes, las necesidades que puedan tener y adapta tu producto a esas necesidades, busca un lugar estratégico donde vas a ubicar la empresa, conoce quien es tu competencia.

·  Especialízate en tu sector para poder ofrecer el mejor servicio, continua formándote y amplia conocimientos.

·    Controla todos los gastos en base a un presupuesto asumible, ya surgirán algunos imprevistos y serán más fácil afrontarlos si llevas una buena gestión de tus cuentas.

·       Persevera en perseguir tu sueño, cree en ti, los comienzos no son fáciles y los clientes se toman su tiempo hasta que consigas fidelizarlos.


·       Pide ayuda a otros expertos, pregunta a empresas parecidas con éxito como han conseguido posicionarse en el mercado, comparte tu idea con conocidos, todo esto te puede dar nuevas ideas o evitar que caigas en errores por los que ya han pasado otros.

·   Desarrolla un plan de negocio y dalo a conocer de forma breve a posibles inversores, esto es importante para conseguir financiación. Como dice Manuel Balsera “No faltan buenas ideas, pero la mayoría no lo consigue y no siempre las mejores ideas son las que obtienen el capital para su puesta en marcha”.


miércoles, 30 de octubre de 2013

Son ¿reales? los requisitos de las ofertas de empleo





      Todos estamos de acuerdo que el mercado laboral ha cambiado, y mucho, es más exigente y cuando surge la posibilidad de incorporar una persona a un nuevo puesto de trabajo, las empresas se afanan en buscar el mejor candidato, el más completo, el que pueda desarrollar mejor el trabajo, no solo en el momento actual, sino que además tenga las competencias necesarias para aportar más en el futuro de la empresa.

En definitiva, aumentan las exigencias en la selección de personal, se analiza en profundidad cada candidato y se evalúa cada detalle.

Hasta aquí, todo tiene su lógica, pero todo en su justa medida. Al igual que hay demandantes de empleo que exageran su currículum, también podemos encontrarnos con empresas que publican ofertas de empleo con unos requisitos que poco o nada tienen que ver con la realidad del puesto a cubrir, aprovechan la gran cantidad de candidatos que se ofertan a ese puesto para  incrementar se exigencias en materias como la formación académica o la experiencia laboral.

La realidad es que en muchos casos, estos requisitos  en proceso de selección no se tienen en cuenta una vez elegido el candidato definitivo y  se tiende a formalizar el contrato de trabajo con una categoría profesional inferior para reducir los costes salariales. En otros casos, no solo se contrata con una categoría inferior sino que una vez que el candidato se incorpora al puesto de trabajo, se da cuenta de que no es necesario ni la mitad de los requisitos exigidos en la entrevista, simplemente han servido como herramienta discriminativa entre postulantes.

Y yo me pregunto: ¿que repercusión puede tener esto en el candidato?
 ¿y para la empresa?

 Desde mi punto de vista, nada bueno para ambos.
 Al comienzo es posible que el candidato tenga la satisfacción de haber conseguido su objetivo al ser el seleccionado.
La motivación por tener trabajo en los tiempos que corren es muy grande, pero este sentimiento es cortoplacista, y a medida que pasa el tiempo, es posible que cambie esa emoción por una sensación de frustración ante el pensamiento de que ha sido engañado, que no esta siendo recompensado por todo lo que se le exigió en su momento, o se le exige y no se le paga, y a partir de esta reflexión  comienza la necesidad de búsqueda de otro empleo, de nuevas oportunidades en las que poder mejorar sus condiciones de trabajo.
Y de cara a la empresa, la marcha de un trabajador siempre ocasiona pérdidas (tanto económicas, como de tiempo) que han podido ser perfectamente evitables de haber sido claros y precisos en la selección de personal.


Concluyendo, es cierto que las empresas han aumentado sus exigencias a raíz de la crisis, y que ahora ya no vale solamente con tener una titulación, sino que a la hora de reclutar posibles trabajadores impera dar más valor a las competencias profesionales, como la gestión de equipos, la capacidad de adaptación al cambio, la tolerancia al estrés, las habilidades personales o la destreza en el uso de las nuevas tecnologías, pero en el equilibrio esta la virtud.
 “A veces menos es más”.

lunes, 14 de octubre de 2013

COMO CAUSAR UNA BUENA IMPRESIÓN INICIAL



La primera impresión es tan importante que, según mi experiencia en  selección de personal, es la que decide quien se queda con el empleo en la mayor parte de los procesos de selección.

Según algunos estudios, cuando conocemos a alguien por primera vez, solemos tardar entorno a 15 segundos en decidir si nos cae bien o mal, salvo aquellas personas que estén llenas de prejuicios.

Es decir que, cuando acudimos a una entrevista de trabajo solamente con sentarnos y decir cinco palabras, ya estamos siendo juzgados por el entrevistador. Y la impresión que se esta forjando sobre nosotros, es la que va a prevalecer durante el resto de entrevista. De forma que, si transmitimos una primera impresión mala, es muy difícil de cambiar ese retrato que hemos creado en el inconsciente de la otra persona, y se va ha necesitar al menos hacer unas ocho cosas positivas para poder modificar esta primera imagen que hemos proyectado.

Esto es algo que hace el cerebro de forma automática, los seres humanos necesitamos decidir en el menor tiempo posible quien es la persona que tenemos delante, y para ello el cerebro procesa gran cantidad de información de manera inconsciente. Decidiendo de este modo si la apariencia de la persona que tenemos delante te gusta o no.

Por norma general podemos afirmar que nos gusta quien nos mira a los ojos mientras nos está hablando, porque denota interés por lo que estamos diciendo y a este gesto de atención respondemos demostrando también interés por la persona que nos escucha. Pero existen unos pequeños trucos que nos pueden ayudar a caer mejor y a dar una buena impresión en un primer contacto, haciendo que la otra persona se sienta cómoda en la conversación y no le demos una sensación equivocada de cómo somos realmente.

  El saludo es determinante, un apretón de manos correcto consiste en, extender por completo la palma de la mano, dejando el dedo pulgar hacia arriba y estirar el brazo en ángulo recto-abierto, es decir unos 120º aproximadamente, una vez juntas ambas manos, se debe cerrar la mano envolviendo la mano de la persona a la que saludamos, de forma firme, pero sin hacer daño. Cerrando los dedos entorno a su palma. También podemos tocar levemente el hombro con la otra mano a modo de acogida, este gesto hace que la persona que tenemos delante se sienta más cercana. El apretón debe ser corto (unos segundos) pero firme y decidido.


No solo debemos dar la mano de forma correcta, sino que también es importante conocer el nombre de la persona con la que vamos a hablar y poder nombrarla, incluso repetir posteriormente su nombre en algún momento de la conversación, este detalle hace que se sienta más cercano/a.



El tono de voz es otro punto a tener muy en cuenta, no se trata tanto de lo que dices sino de cómo lo dices.

La mirada es importantísima, mirar de frente denota transparencia, y el interlocutor va a interpretar que no le tienes miedo, que no tienes nada que ocultar, que te interesa lo que te está diciendo.

Y por último la sonrisa. Debes aprender a sonreír no solo con la boca sino también con los músculos de los ojos, esto es algo que todos sabemos hacer de manera natural, cuando somos felices la sonrisa nos brota de dentro y eso se refleja en el brillo de los ojos. Las sonrisas forzadas pueden delatar nuestros pensamientos y percibirse negativamente por el entrevistador.


Resumiendo,  para causar una buena impresión inicial y favorecer un clima agradable en el transcurso de la entrevista debemos cuidar el saludo inicial, recordar mirar siempre a los ojos, dar bien la mano derecha en el saludo y con la izquierda tocar el hombro de la persona que tienes enfrente (sin pasarse), mientras decimos su nombre con un tono de voz cálido y esbozamos una sonrisa de complicidad.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Adios al síndrome postvacacional



Después del verano, las vacaciones y la temporada de tiempo más ocioso, llega el otoño, los días comienzan a ser más cortos, el fresquito vuelve de nuevo a nuestras vidas y toca la vuelta al trabajo en serio, cada cual con sus tareas rutinarias.
 La mayoría de los afortunados que tienen trabajo ya están en sus puestos a pleno rendimiento.
 Me resulta curioso como hace unos cuantos años, cuando se alardeaba del famoso “España va bien”, pusieron de moda el llamado síndrome postvacacional por estas fechas, se trataba de un nuevo trastorno en el que los que lo padecían mostraban fuertes dolores de espalda, cuello, molestias en general, todo debido a la situación de estrés y al incorrecto proceso de adaptación de nuevo al trabajo, con el consiguiente disminución del rendimiento laboral.
En la actualidad la situación ha cambiado y mucho, ahora hemos aprendido a valorar lo que es tener un trabajo y mantener una actitud positiva en la vuelta a la rutina, apareciendo incluso un sentimiento de privilegio frente a los que no lo tienen.
Y es que no hay nada como ver las orejas al lobo para curar síntomas inventados por la sociedad que nos rodea y que nos hace caer en sus redes.
 Ahora el autentico síndrome lo padecen quienes después del parón del verano continúan sin empleo, que no quiere decir estar parados. Para ellos el trabajo consiste en mantenerse atentos y abiertos a las oportunidades que se puedan presentar, no centrándose en el problema sino en la búsqueda de soluciones, potenciando todas sus posibilidades.
 Buscar trabajo requiere un esfuerzo extraordinario, pero es la oportunidad para demostrar la creatividad y la valía de cada cual. No debemos ver el fracaso como algo negativo, sino como una parte más del proceso que nos hace mejorar para poder conseguir llegar a la meta. Poca gente consigue los retos a la primera, fíjate en personajes importantes que han conseguido grandes logros y antes fracasaron una y otra vez.

La aptitud es la clave en la búsqueda de empleo. Debemos creer en nosotros mismos, no infravalorarnos y si después de intentarlo muchas veces, nadie apuesta por ti, elígete a ti mismo y crea tú oportunidad, pero por encima de todo, nunca abandones, sigue adelante y no desistas jamás. Puede que no puedas cambiar la dirección del viento pero sí ajustar las velas y esperar que pase el temporal.




domingo, 19 de mayo de 2013

ENRIQUECE TU C.V. CON EL CODIGO QR



En los últimos años la tecnología, la preparación de los candidatos y la elevada competencia han hecho que la elaboración de un curriculum sea casi una nueva forma de arte. No es suficiente con demostrar la experiencia y  formación que tanto esfuerzo nos ha costado adquirir, ahora nuestro currículo debe ser breve, original, moderno, social, sonoro, visual, persuasivo y seguramente mucho más. Para  ayudarte a que tu CV sea un poco más innovador, queremos enseñarte lo fácil que es crear y añadirle un código QR.
Aunque seguramente ya lo sabrás, un código QR es una matriz de puntos que nos permite almacenar información y que puede imprimirse casi en cualquier soporte. Esta información puede ser leída por, prácticamente, cualquier smartphone moderno.
Este código QR puedes usarlo en tu carta de presentación o en tu currículo para incluir un vídeo personal, mostrar tu tarjeta de presentación digital, incluir tus redes sociales, permitir que contacten contigo por email o sms, incluso que te llamen a tu móvil o acceder a tu página personal donde seguramente podrán saber mucho más de ti. En definitiva, harás que tu currículo en papel sea interactivo y multimedia, ampliando infinitamente sus posibilidades.
Si quieres crear tu propio código QR existen cientos de servicios online para generarlo. A continuación te muestro alguno de los servicios que más me gustan y que podrás usar gratuitamente:
  • Unitag: Lo más atractivo de este servicio es que  permite personalizar los códigos con atractivos diseños, aunque está limitado en cuanto a los tipos de datos que permite usar. En la versión de pago te permite extraer estadísticas entre otras opciones.
  • QRecognize: Es una aplicación muy sencilla e intuitiva, pero con posibilidades muy limitas. Está pensado principalmente para crear tarjetas de presentación digitales, si es lo que te interesa esta es una buena opción.
  • QRStuff : Te permite utilizar una amplia cantidad de tipos de datos, incluyendo funciones de las redes sociales. Permite personalizar el color.
  • Tagomobile: A diferencia de los anteriores, la modalidad gratuita permite hacer un seguimiento básico de las estadísticas. Con esta opción saber cuántas veces se ha visualizado tu QR y desde dónde.
Ahora que conoces algunos generadores de QR, accede a cualquiera de ellos y verás  cómo en menos de cinco minutos tendrás tu código. Los pasos para crear el QR son muy sencillos:
  1. Selecciona el tipo de datos (link, tarjeta de visita, texto, email, teléfono, etc.)
  2. Introduce los datos correspondientes (P.E.: para la opción link necesitarás la url de la web o tus datos de contacto para tu tarjeta de presentación).
  3. Si existe la opción, personaliza el código QR.
  4. Descarga la imagen generada con el código.
  5. Inserta la imagen en tu CV, carta de presentación, tarjeta o dónde quieras.
En los siguientes videos podemos ver algunos ejemplos de lo que se puede conseguir insertando los códigos QR en nuestro currículum vitae:






De esta forma cualquiera puede acceder rápidamente a tu perfil de LinkedIn, Twitter, Email, Teléfono y también puede descargar el contacto y guardarlo en la agenda para no tener que recurrir otra vez al código QR.