Con
casi un 26% de paro, encontrar un puesto de trabajo se ha convertido en la
actualidad en una autentica lotería. Y eso mismo ha debido pensar una empresa
catalana a la hora de incluir en la cesta de navidad los manjares más deseados
en estos tiempos.
Parece que el jamón y la caña de lomo ya son
historia a la hora de regalar estos presentes, ahora las cestas incluyen
premios como un coche con impuesto de matriculación incluido, una moto, tres
años de hipoteca o alquiler, tres años de gastos en alimentación, luz, gas,
agua, gasolina para el coche y la moto, una semana para ir a animar a la roja
al Mundial de Brasil (importantísimo)
y el gran golpe de efecto con el premio
gordo “un puesto de trabajo” que se corresponderá
con la media salarial de las últimas incorporaciones de la categoría que selecciones.
Porque también te dejan elegir entre tres categorías profesionales propuestas
para que ya te ubiques en la que te parezca más acorde a ti o a algún familiar
tuyo en el caso de que decidas ceder tú puesto a otra persona.
Lo
que me queda claro con este tipo de premios es la mediocridad en la que estamos
inmersos, donde algunos juegan con la codicia y las necesidades de otros. Vale
que estemos en medio de una crisis económica grave, pero ¿donde están los
valores, el esfuerzo, la capacidad de superación?, o ¿acaso al ofertar un
puesto de trabajo por sorteo, le importa a la empresa la persona que va a
trabajar en ella?, ¿Donde esta el proceso de selección?, ¿Quien metería en su casa
a un desconocido sin saber de que es capaz? ¿Para que lo va a emplear? Y de
cara al resto de compañeros también deja mucho que desear, porque otros lo han
conseguido a base de esfuerzo y valía profesional.
Otra
pregunta que se me ocurre es ¿tendrá periodo de prueba el premio? Y para el
afortunado ganador, ¿como verá esto una vez pasada la euforia del principio?, ¿será
capaz de integrarse en una empresa a la que pertenece solo por comprar una
participación para un sorteo? ¿Qué opinión tendrá de este jefe?
Desde
mi punto de vista opino que un puesto de trabajo no es algo material que uno
pueda comprar, porque el día a día en el trabajo exige esfuerzo, compromiso,
motivación por tú trabajo, capacidad de resolución de problemas, tener aspiraciones
de superación, etc, de muchas de estas variables depende el éxito de una
empresa.
La
cualidad de un buen líder es saber liderarse a si mismo y hoy día estamos en
crisis de valores.
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