La primera
impresión es tan importante que, según mi experiencia en selección de personal, es la que decide quien
se queda con el empleo en la mayor parte de los procesos de selección.
Según algunos
estudios, cuando conocemos a alguien por primera vez, solemos tardar entorno a 15
segundos en decidir si nos cae bien o mal, salvo aquellas personas que estén
llenas de prejuicios.
Es decir que,
cuando acudimos a una entrevista de trabajo solamente con sentarnos y decir cinco
palabras, ya estamos siendo juzgados por el entrevistador. Y la impresión que
se esta forjando sobre nosotros, es la que va a prevalecer durante el resto de
entrevista. De forma que, si transmitimos una primera impresión mala, es muy difícil
de cambiar ese retrato que hemos creado en el inconsciente de la otra persona,
y se va ha necesitar al menos hacer unas ocho cosas positivas para poder
modificar esta primera imagen que hemos proyectado.
Esto es algo
que hace el cerebro de forma automática, los seres humanos necesitamos decidir
en el menor tiempo posible quien es la persona que tenemos delante, y para ello
el cerebro procesa gran cantidad de información de manera inconsciente. Decidiendo
de este modo si la apariencia de la persona que tenemos delante te gusta o no.
Por norma
general podemos afirmar que nos gusta quien nos mira a los ojos mientras nos
está hablando, porque denota interés por lo que estamos diciendo y a este gesto
de atención respondemos demostrando también interés por la persona que nos
escucha. Pero existen unos pequeños trucos que nos pueden ayudar a caer mejor y
a dar una buena impresión en un primer contacto, haciendo que la otra persona
se sienta cómoda en la conversación y no le demos una sensación equivocada de
cómo somos realmente.
No solo
debemos dar la mano de forma correcta, sino que también es importante conocer
el nombre de la persona con la que vamos a hablar y poder nombrarla,
incluso repetir posteriormente su nombre en algún momento de la conversación,
este detalle hace que se sienta más cercano/a.
El tono de voz es otro punto a tener
muy en cuenta, no se trata tanto de lo que dices sino de cómo lo dices.
La mirada
es importantísima, mirar de frente denota transparencia, y el interlocutor va a
interpretar que no le tienes miedo, que no tienes nada que ocultar, que te
interesa lo que te está diciendo.
Y por último la sonrisa. Debes
aprender a sonreír no solo con la boca sino también con los músculos de los
ojos, esto es algo que todos sabemos hacer de manera natural, cuando somos
felices la sonrisa nos brota de dentro y eso se refleja en el brillo de los
ojos. Las sonrisas forzadas pueden delatar nuestros pensamientos y percibirse
negativamente por el entrevistador.
Resumiendo, para causar una buena impresión inicial y
favorecer un clima agradable en el transcurso de la entrevista debemos cuidar el
saludo inicial, recordar mirar siempre a los ojos, dar bien la mano derecha en
el saludo y con la izquierda tocar el hombro de la persona que tienes enfrente
(sin pasarse), mientras decimos su nombre con un tono de voz cálido y esbozamos
una sonrisa de complicidad.
Me encanta todo lo que leo desde el principio hasta el final.
ResponderEliminarEnhorabuena por el trabajo bien hecho.
Saludos cordiales desde Málaga capital.
Juan Miguel Torreblanca Roza
Comercial senior en búsqueda activa de empleo.
Muchas gracias Juan Miguel
EliminarEstoy de acuerdo, pero el toque del hombro lo dejaria para el final de la entrevista pues en primera instancia puede tomarse como mucha confianza al entrevistador.
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